lunes, 23 de diciembre de 2013

Alemania 2006 (Octavos de final, primer parte)

Hay algo que aún no he aclarado y que ha sido parte de la esencia de esta macropartida del PES desde sus albores, desde el pitido inicial de ese Alemania-Costa Rica, convertido ya en el punto de partida de una historia sin igual. Un concepto cambiante a lo largo de los años que ha decidido títulos y descensos, que se ha supuesto, a menudo, la delgada línea que separa la Gloria del Fracaso. Porque, si bien en el primer post de este blog dejé caer una afirmación que a muchos os habrá pasado desapercibida ("...Pero no con una selección, no. Con todas. Es decir, voy a jugar todos los partidos del Mundial"), no maticé algo fundamental y que supongo que otros os habréis preguntado: ¿con quién jugabas tú los partidos si eras todas las selecciones? ¿Y cómo decidías jugar con uno o con otro? He de confesar que durante unos instantes contemplé la posibilidad de, aprovechando la versatilidad del PES5, jugar una parte con cada equipo pero finalmente opté, por lo menos durante el Mundial de Alemania (ya he dicho que es éste un concepto cambiante a lo largo de estos 7 años), por jugar con la selección que más me apetecía que ganase, fuese por los motivos que fuese. Y si así fue durante la fase de grupos, qué decir de las terribles eliminatorias a partido único que estaban a punto de empezar...

OCTAVOS DE FINAL

Alemania-Inglaterra. Puede que uno de los dos o tres partidos entre selecciones con más trasfondo que se pueden jugar en el Viejo Continente. A las seculares rivalidades político-económicas se une la herida de la final más polémica de la Historia de los Mundiales. La del gol fantasma más famoso de la Historia del Fútbol. Por todo esto, ningún Alemania-Inglaterra será jamás sólo otro partido de fútbol más

Die Mannschaft recuperaba a Matthäus, aunque en realidad el viejo capitán podía haber jugado el último partido de la fase de grupos, aunque el seleccionador prefirió reservarle junto a su columna vertebral. Ventajas de llevar los deberes hechos. Inglaterra acudía con todo. Incluido el desgaste de una primera fase extenuante. Los alemanes, más frescos, salieron más metidos en el partido. Así, Klose ya había hecho el 1-0 en el minuto 17 y Matthäus ponía un demoledor 2-0 tan sólo 8 minutos después. No se había cumplido ni media hora y los alemanes ya habían puesto tierra de por medio. Reanudada la segunda parte, Ballack convertía el tercero, Inglaterra estaba fuera. O eso parecía, porque a los 4 minutos Fowler reducía distancías. 25 minutos por delante para hacer dos goles. Pero el segundo nunca llegó y Alemania dio buena cuenta de sus archienemigos europeos mandándolos de vuelta a la Isla. Los germanos se mudaban a Berlin donde les esperaba el vencedor del Serbia-Portugal.

Serbia-Portugal. Los balcánicos habían asombrado en la primera fase imponiéndose con relativa facilidad a los todopoderosos argentinos y a los siempre complicados holandeses. Sólo habían cedido un empate contra Costa de Marfil y cuando ya se sabían campeones de grupo. Sin embargo, los portugueses habían tenido que pactar un vergonzoso empate con México para meterse en octavos por la puerta de atrás. Así que Serbia aparecía como la gran favorita de la eliminatoria. Y sin embargo, a los 15 minutos, Cristiano Ronaldo hacía su primer gol del campeonato y adelantaba a Portugal. Nuevo escenario para Serbia: por primera vez en todo el campeonato iba por detrás en el marcador. Precipitados y agobiados por un reloj que corría en contra suya, veían encima como Portugal salía en peligrosos contraataques gracias a la presencia de los Figo, Futre o el propio Cristiano. Así durante 65 minutos. Hasta que en el 80, en una de esas vertiginosas contras, el ex-atlético sufría un penalty que Figo transformaba en el definitivo 2-0. Serbia se vino abajo y Portugal corrió a favor de viento el resto del partido. En cuartos les esperaba Alemania. Un mal trato, sí, pero no para una selección que pudo haber caído sonrojantemente en la primera fase.

El viejo Lothar, el imberbe Cristiano: figuras del primer día de eliminatorias

Suecia-Polonia. Al igual que en la eliminatoria anterior, se veían las caras una de las sorpresas agradables del campeonato con una de las selecciones que había comprado su billete para octavos de manera agónica, en el último momento. Los suecos eran la selección más goleadora de la primera fase, junto a Brasil. Polonia se presentaba, sin embargo, con el exiguo bagaje de una única victoria y 2 goles en 3 partidos. Y sin embargo el partido fue mucho más igualado de lo que pueda parecer. Los suecos perdieron la frescura de la primera fase y los polacos parecían algo más sólidos, aunque seguían adoleciendo de pegada. Nada más empezar la segunda parte, Henrik Larsson hacía el 1-0 para los nórdicos. Polonia, sin muchos recursos pero con coraje, asediaba la portería de Isaksson aunque sin crear ocasiones claras. Finalmente, el gol del ex-Celtic decidía el partido y mandaba a Polonia a casa. Suecia estaba en cuartos donde aguarda el vencedor del México-Argentina.

México-Argentina. Argentina, una de las grandes favoritas, se había mostrado excesivamente irregular en la primera fase. Del deslumbrante inicio a la sorprendente derrota contra Serbia para acabar dejando demasiadas dudas frente a Holanda. México, por su parte, se había favorecido de la debilidad de su grupo y del pacto de última hora con Portugal para ser campeona de grupo. Pues bien, durante 80 minutos, ambas selecciones confirmaron todo lo apuntado: irregularidad vs. eficiencia. Fue entonces cuando la pegada de los sudamericanos se impuso y un solitario gol de Batistuta les clasificaba para octavos. El gris viaje de México concluía en el muro de octavos. Al incierto futuro de Argentina le quedaba un capítulo más... como mínimo.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Alemania 2006 (game 3)

Después de 32 partidos (casi) todo quedaba pendiente de lo que sucediese en 4 maratonianos, intensos y, sobre todo, dramáticos días. Tan sólo el anfitrión tenía asegurado no sólo el pase a octavos sino el primer puesto del grupo. El resto estaba todo por decidir. Como se iba a comprobar. 

Teóricamente los partidos del mismo grupo debían disputarse simultáneamente para evitar ciertas ventajas. Pero como uno, que puede tener muchas virtudes pero la de la ubicuidad no está entre ellas y nunca lo ha estado, tuvo que idear un sistema para disputar esta última jornada que no requiriese cuatro manos, cuatro ojos, dos Play Station y dos televisores. Finalmente opté por jugar, en cada grupo, el último, el partido del líder. Así, por lo menos, premiaba a quién había hecho los deberes los dos primeros días. El 20 de junio, en los albores del verano de 2006, comenzó en Berlín la última jornada de la fase de grupo del I PES Worldcup.

JORNADA 3

Como decía antes Alemania ya tenía asegurado el pase como primero de grupo, lo que le permitió jugar su último partido, contra Ecuador, con un equipo plagado de suplentes, lo que no fue obstáculo para que Die Mannschaft derrotase a los sudamericanos por un solvente 2-0. Schneider y Asamoah hacían los goles germanos en los primeros 20 minutos. En Hannover, Polonia y Costa Rica dirimían cual de ellas acompañaría a Alemania en el viaje de las eliminatorias. Un solitario gol de Niedzielan, a los 10 minutos, les daba el pase a los europeos como segundos de grupo. 

Aunque Suecia e Inglaterra ya estaban clasificadas, el partido que iba a enfrentarlas en Köln, debía decidir quién era primera de grupo y, lo más decisivo, quién era segunda y por tanto se cruzaba con Alemania en octavos. Una soberbia primera parte de los suecos, con goles de Ibrahimovic y Ljunberg, parecía dejar todo resuelto. Pero los ingleses no claudicaron y a los 15 minutos de reanudarse el partido Gerrard hacía el 1-2. Sin embargo, el que habría de ser definitivo 2-2 no llegó hasta el descuento, cuando Rooney lograba empatar el partido. Demasiado tarde. El golaverage favorecía a los suecos que evitaban así a los anfitriones. Los octavos ya habían deparado un primer cruce espectacular: Alemania-Inglaterra. El insustancial empate a cero entre Chile y Paraguay jugado a continuación cerraba el Grupo B.

Argentina se había complicado innecesariamente la vida al perder con Serbia y se iba a jugar todo contra Holanda en un último partido que era aún dramático para los holandeses, pues el empate le daba el pase a la albiceleste. Para añadirle mayor carga dramática, en la primera jugada del partido, Aimar ponía el 1-0. 15 minutos después Van Nistelrooy empataba de nuevo. Sin embargo el marcador ya no se volvió a mover. Argentina estaba en octavos aunque segunda. Holanda había caído. Así, con el liderato del grupo resuelto, los serbios jugaron contra Costa de Marfil con 11 suplentes. Un insulso 0-0 reflejó la poca tensión con la que se jugó el partido.

A priori Portugal estaba obligada a ganar a México para meterse en octavos. Y eso confiando en que Camerún no le endosase una goleada a Irán y al final el triple empate a puntos le dejase fuera. Pues bien, aquí fue donde, por primera vez en todo el campeonato, el sistema que había ideado para disputar la última jornada tuvo una influencia en el discurso mundialístico. Porque la selección asiática iba a dar la campanada imponiéndose a Camerún con un gol de Hashemian en el descuento. 2-1 y los leones indomables estarían fuera del Mundial salvo que México derrotase a Portugal. Pero a ambas, a México y a Portugal, les valía el empate así que el partido jugado a continuación, en Gelsenkirchen, pasó directamente a engrosar la lista de clásicos del quesebesen. 0-0 y ambas en octavos, con Camerún eliminada.

Más dramático aún fue lo sucedido en Hamburgo. Italia tenía que ganar a la República Checa y esperar a que Estados Unidos no ganase a Senegal. Si los americanos se imponían, entonces todo dependería del golaverage. Pero es que los transalpinos no pasaron del empate a cero con los checos y eso les condenaba a la eliminación... salvo que Senegal se impusiese a Estados Unidos. Pero como había sucedido la noche anterior con Portugal y México, a Senegal y a los americanos les valía el empate para dejar fuera a Italia. Otro simulacro de partido, otro 0-0 y otro favorito que caía eliminado antes de lo previsto. 

Brasil, como ya se preveía después de la victoria contra Croacia en la primera jornada, no iba a tener problemas para ser campeona de grupo, por mucho que un gol del japonés Tamada en el minuto 19 hizo planear la sombra del drama sobre el césped del Westfalen de Dortmund. Poco tiempo, eso sí, porque 8 minutos después Ronaldo hizo el 1-1. La Bestia se desperezaba. Y nada más empezar la segunda parte terminó de despertar: hizo su segundo gol y en los cinco minutos finales, otros dos más. Era el primer jugador en la historia de los Mundiales del PES en hacer 4 goles en un partido, lo que además le servía para acabar la primera fase como capocannoniere del Mundial con 7 tantos en 3 partidos. Los croatas, sin embargo, iban a pasar muchos más apuros para acabar segundos, pese a que, en teoría eran muy superiores a Australia. Pero dos madrugadores goles de Viduka obligaron a los balcánicos a nadar contracorriente el resto del partido y, aunque Prosinecki puso el 1-2 al filo del descanso, no fue hasta los últimos 15 minutos que llegó el definitivo 2-2 que colocaba a Croacia en cuartos.

Zizou y Ronie, Compañeros en el Madrid de los Galácticos y protagonistas de la última jornada de la fase de grupos

El desenlace más dramático de toda la primera fase tuvo lugar en Köln. Suiza y Corea del Sur habían empatado, lo que dejaba a los sorprendentes asiáticos con 5 puntos y a los europeos con 4. Francia, que jugaba contra una casi eliminada Nigeria, sólo debía empatar para meterse en octavos pues la derrota le dejaba empatada con 4 puntos junto a suizos y nigerianos y, en ese caso, el segundo puesto era para Suiza (salvo que la victoria de Nigeria fuese escandalosa, en cuyo caso serían los africanos los segundos). Pues bien, a los 7 minutos, Utaka adelantaba a las águilas negras. Comenzaba entonces el asedio de Francia. Pero los minutos pasaban y el empate no llegaba. Francia fallaba ocasiones. Una tras otra. Nigeria, atrincherada en su área, salía en peligrosos contraataques. El tiempo reglamentario se había cumplido y el marcador seguía señalando 1-0 para Nigeria... y entonces apareció el mago, El Divino Calvo, ese Nijinsky de mirada penetrante y un guante por pie. Zinedine Zidane. Un gol suyo, en el minuto 93, iba a meter a Francia, in extremis, en octavos. Y encima como campeona de grupo. De la nada al todo. La fina barrera que separa la gloria del fracaso nunca fue tan fina.

Para evitar a nuestros vecinos, la selección española debía ganar a Arabia, a priori un mero trámite. Unos minutos antes, Ucrania había cumplido su parte del trato derrotando a Túnez. Rotan en dos ocasiones y Shevchenko ponían a los ucranios en octavos y, salvo sorpresa histórica, como segundos de grupo. España empezó, así, su partido contra Arabia sabiendo que hasta el empate le valía. Y eso se dejó notar en la tensión con que los españoles afrontaron el partido. Un gol de Raúl, cumplido el primer cuarto de hora, parecía sentenciar el pase. Poco importó que Arabia empatase nada más empezar la segunda parte y más cuando Torres hacía el 2-1 unos minutos después. Pero a 20 minutos del final Arabia volvía a empatar. Los asiáticos parecían negarse a dejar ganar fácilmente y en un final agónico apunto estuvieron de dar la gran campanada y pasar como campeones de grupo dejando a España fuera. Finalmente, el 2-2 le daba el liderato del grupo a España y, lo más sorprendente y puede que injusto: dejaba fuera a Arabia que no había perdido ninguno partido.

Clasificación final de la fase de grupos.

Los octavos de final quedaban definitivamente perfilados con algunos cruces realmente atractivos, sobre todo ese Alemania-Inglaterra que abriría el fuego al día siguiente, en München. Serbia se mediría a Portugal, Suecia a Polonia, México a Argentina, Senegal a Croacia, Brasil a Estados Unidos, Francia a Ucrania y un partido con aroma a vendetta por lo sucedido en 2002, España se enfrentaría a Corea del Sur. 



jueves, 19 de diciembre de 2013

Alemania 2006 (game 2)

JORNADA 2

Después del gris debut de la jornada inaugural, Die Mannschaft se enfrentaba a Polonia en el Westfalen Stadion de Dortmund. Los polacos, que no habían pasado del empate con Ecuador, debían ser presa fácil de los poderosos teutones. No tanto como en el '39 pero desde luego sí asequibles. Y lo fueron, vaya si lo fueron. A los 25 minutos, un inspirado Klinsmann había puesto ya el 2-0 en el marcador luego de haberlo inaugurado en el 17. Nada más reanudarse el partido, en la segunda parte, el killer alemán convertía el tercer gol de su cuenta particular, consiguiendo así el primer hat-trick del Campeonato. La mala noticia era que Matthäus había caído lesionado y se perdería el decisivo partido contra Ecuador. Los sudamericanos, en un duelo (casi) regional, volvían a coleccionar otro empate, éste contra Costa Rica. Alemania ya era campeona de grupo.

Los ingleses, otros de los favoritos que habían dejado dudas tras la primera jornada, también iban a resolver su pase a octavos en este segundo partido, después de que Owen y Rooney liquidasen a una gris selección chilena en el partido vespertino del 15 de junio. Por la noche, la segunda exhibición individual del campeonato: Zlatan Ibrahimovic, que había firmado los dos goles de Suecia en la primera jornada, liquidaba a Paraguay con otro hat-trick, colocándose como capocannoniere del Mundial y, de paso, metiendo a Suecia él solo en los octavos. El último partido, entre suecos e ingleses iba a dirimir quién sería el campeón de grupo y, sobre todo, quién era segundo y por tanto se medía a Alemania en la primera eliminatoria. El empate les valía a los nordeuropeos. 

Ibrahimovic y Klinsmann protagonistas de la 2ª jornada con sus hat-trick triunfadores
Después de su exhibición del primer día, Argentina debía confirmar frente a Serbia su favoritismo pero el partido no pudo ser más dramático para ellos. Mijatovic adelantaba a los balcánicos apenas cumplidos 15 minutos de juego. Argentina no iba a ser capaz de empatar hasta iniciada la segunda parte, por medio de Saviola. Pero Serbia, con un equipo tremendamente talentoso y rápido, era un dolor de muelas para los rocosos defensas argentinos y así, tan solo cinco minutos después del empate, Stojkovic hacía el 1-2. Argentina fue incapaz de empatar y por si esto fuera poco perdió a Maradona por lesión para el decisivo partido contra Holanda. Éstos, merced a un doblete firmado por Van Nistelrooy, se mantenían vivos después de derrotar por 2-0 a Costa de Marfil, que quedaba ya eliminada. 

El Grupo D era, con casi toda seguridad, el más débil. La prueba fue la facilidad con la que una muy apagada selección mexicana se deshizo de Camerún. Un solitario gol de Hugo Sánchez a los cinco minutos de empezado el partido bastó para derrotar a los otrora leones indomables. Por la noche, Portugal, con solvencia pero sin brillo, se imponía a Irán. Deco y Futre mantenían con vida a los lusos, que se lo iban a jugar todo en la última jornada frente a los mexicanos. De campeones de grupo a eliminados. Todo era posible. 

Si Holanda y Portugal estaban pendientes de un hilo más agónica aún era la situación de Italia. Los transalpinos, hasta el minuto 84 de su partido contra USA estaban eliminados y fue Roberto Baggio, con un tardío gol quién mantenía viva la llama de la esperanza. La victoria de Senegal frente a la República Checa por 1-0 complicaba aún más las cosas pues la posibilidad de un triple empate a 6 puntos en la cabeza del grupo al final de la fase de grupo hacía imposible cualquier cábala. Y es que, aún ganando a Chequia, los italianos podían quedar fuera. 

Para Brasil, como ya se intuía tras la primera jornada, el resto de la fase de grupos iba a ser un paseo. Con el freno de mano echado, la canarinha se imponía a Australia con doblete de Ronaldo. Mientras, Croacia daba cuenta de Japón con otro 2-0, éste firmado por dos leyendas del fútbol balcánico y ex-jugadores del Real Madrid ambos, aunque en épocas distintas: Prosinecki y Suker. Salvo hecatombe, ambas estarían en los octavos.

Después del agónico triunfo frente a Suiza, les bleus debían dar un golpe de efecto frente a una siempre guerrillera aunque poco lúcida selección coreana. Y sin embargo, nuestros amistosos vecinos no iban a ser capaces de pasar del empate a cero frente a los asiáticos, que acumulaban, a lo tonto, cuatro puntos y se encontraban en disposición de dar la campanada y meterse en octavos. La victoria por 2-0 de Suiza ante Nigeria iba a dejar todo en el aire para la última jornada. Con los africanos eliminados, las otras 3 selecciones se iban a jugar todo, desde el liderato a la eliminación, en el último partido.

¿Y España? Pues los nuestros se iban a imponer sobre el césped del Gottlieb-Daimler Stadion de Stuttgart a una débil Túnez. Reyes y Morientes hacían los dos primeros goles antes del descanso y Boumnijel, en propia puerta, convertía el tercero ya en la recta final del partido. Un buen resultado si, como parecía obvio, el liderato del grupo se acababa decidiendo por el golaverage con los ucranianos. Pero sucedió que los europeos, quizá excesivamente confiados frente a Arabia y más después de que Shevchenko abriese el marcador a la media hora, acabaron cediendo un inexplicable empate que les apartaba casi definitivamente del liderato del grupo. Ahora España sólo tenía que ganar a Arabia en la última jornada para evitar, así, a la todopoderosa Francia en octavos. 

Y así quedaba el Mundial después de celebrada la segunda jornada

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Alemania 2006 (game 1)

En 2006 yo andaba algo descolgado del fútbol. El final de la Era del PCFútbol unido a otros factores exógenos al fútbol que ahora no vienen al caso, había acabado con mi profundo conocimiento del mercado internacional, tanto que para entonces éste había quedado reducido a los jugadores que jugaban en la liga española y en los equipos punteros de Europa. Esto me llevo a tomar una decisión que, con el tiempo, se ha convertido en una de las señas de identidad de todos mis campeonatos: iba a incluir a algunos jugadores ya retirados entre las plantillas del Mundial con el único fin de lograr identificarme algo más con ellas. Por eso la única condición era que tenía que haberlos visto jugar en directo. Así, los Redondo, Maradona, Hagi, Van Basten, Koeman, Klinsmann, Matthäus... iban a tener la oportunidad de jugar un  último Campeonato del Mundo. ¿Último? Eso parecía...

En realidad organizar el Mundial no me llevó nada de tiempo. La mayoría de las selecciones ya las tenía editadas, el excel tardé una mañana en diseñarlo y el calendario me venía dado. Así que una tarde de aquel agitado mes de junio de 2006, la selección de Alemania y la de Costa Rica, esta vez en su versión pixelada, saltaron al césped del Olímpico de München para dar inicio a la I PES World Cup. El futuro había llegado.

JORNADA 1

Un gol de Matthäus, al filo del descuento, fue suficiente para que Alemania se impusiese a Costa Rica y alcanzase el liderato del grupo gracias al posterior empate a uno entre Polonia y Ecuador. Sin embargo, Die Mannschaft, había sembrado muchas dudas en su debut y a punto estuvo de ceder dos puntos contra una débil pero siempre correosa Costa Rica. 

Algo parecido le sucedió al día siguiente a otra de las favoritas: Inglaterra. Un tempranero gol de Fowler (lo confieso, es uno de mis jugadores fetiche de la era dorada del PCFútbol) fue el pobre bagaje del insulso partido que los británicos disputaron contra una débil Paraguay. Y en este caso ni siquiera les dio para conseguir el liderato del grupo pues en el partido nocturno disputado en Dortmund, la Suecia de un imberbe Ibrahimovic se impuso por 2-1 a la Chile de Zamorano y Salas (Chile sustituía a Trinidad y Tobago, a quién los amigos de Konami no habían incluido en esta versión del juego). Los dos goles del aún delantero de la Juventus le daban el liderato provisional a los nordeuropeos.

Redondo volvía a un Mundial...con pelo largo
El Grupo C era, sin duda, el más temible de todos. Argentina y Holanda eran a priori las favoritas pero no parecía que Serbia y Costa de Marfil fuesen a ponérselo muy fácil. Cierto es que la albiceleste presentaba, probablemente, la mejor selección del campeonato. A los "retirados" Redondo, Batistuta y Maradona, se unían las figuras del momento: Riquelme, Tévez, Aimar...y un jovencísimo pero ya descollante Leo Messi. Y en el primer partido no hicieron sino confirmar su condición de máximos favoritos, derrotando por 3-0 a Costa de Marfil (Batistuta, Maradona y el propio Messi fueron los goleadores). Peor suerte iba a correr Holanda, derrotada por un solitario gol de Djazic. Por si esto fuera poco, perdían a Van der Vaart por lesión para el siguiente partido. Holanda se asomaba al abismo.

México, capitaneada por Hugo Sánchez, no iba a tener problema para imponerse a Irán en el primer partido del Grupo D. La sorpresa aquí la iba a dar Camerún (sustituyendo a Angola), al imponerse por la noche a la Portugal de los Figo, Rui Costa, Futre o Cristiano Ronaldo. Como siempre, Portugal iba a adolecer de la pegada necesaria para convertir su buen juego en victorias. El solitario gol de un eterno Roger Milla iba a resultar un muro insalvable para nuestros vecinos.

Pero no era la única sorpresa que unos africanos tenían preparada pues al día siguiente, una insolente y aguerrida Senegal (incluida a última hora por Ghana) iba a imponerse a Italia con otro solitario gol, este de Diouf. Para colmo los transalpinos perdían a Vieri por lesión. Aunque el verdadero puñetazo en la mesa lo iban a dar horas después los Yanquis, noqueando a una decrépita República Checa por 3-0. Las dos favoritas del grupo, las dos selecciones europeas, estaban contra las cuerdas a las primeras de cambio. 

Un gol de Bresciano iba a dar la victoria a Australia frente a Japón en unos de los encuentros, a priori, menos golosos del campeonato, el que abría el Grupo F. Por la noche, en el Olímpico de Berlín, el estadio que habría de ser sede de la final, Brasil se imponía a Croacia por 1-0. El gol de Ronaldo dejaba muy encauzada la clasificación para los pentacampeones pues habían solventado con victoria el, a priori, partido más difícil del grupo.

Para otro de los grandes favoritos, la Francia de Zidane, Henry, Djorkaeff, Cantona y demás, el comienzo del Mundial tampoco fue plácido pues mediada la primera parte de su partido contra Suiza, un gol de Cabañas les obligaba a remontar. Finalmente, un tardío gol de Henry les daba los 3 puntos después de que Cissé hubiese empatado diez minutos antes. Los franceses conseguían el liderato del grupo pues Nigeria (que sustituía a Togo) iba a ser derrotada por los semifinalistas del anterior campeonato, la siempre guerrillera Corea del Sur. El gol de Dong Gook fue suficiente para que los asiáticos siguieran soñando con alcanzar los octavos.

El último día de la jornada era para el Grupo H, el de España. Encuadrada con una correosa pero asequible Ucrania y con dos Cenicientas como Túnez y Arabia, la selección que comandaba Raúl no debía tener problemas para hacerse con el primer puesto del grupo al final de la primera fase. De hecho, el primer partido, contra Ucrania, se presentaba como el decisivo para la suerte del grupo pues lo normal es que las dos selecciones europeas se impusiesen en sus respectivos partidos ante sus rivales asiáticos y africanos. Sin embargo, concluidos los partidos todo quedaba igual. Empate sin goles en Leipzig entre España y Ucrania y empate a dos entre Túnez y Arabia. Un partido menos y todo por decidir.

Así quedaba el Mundial después de celebrada la primera jornada 
Terminada la primera jornada del Campeonato era momento de sacar las primeras conclusiones. Por ejemplo, Argentina se presentaba ya como la máxima favorita al título. Alemania, Inglaterra, Francia y Brasil habían solventado sus partidos pero por escaso margen y ante rivales claramente inferiores, sobre todo en el caso de las dos primeras, lo que generaba muchas dudas. España se había complicado innecesariamente el liderato del grupo. Pero los grandes derrotados de esta primera jornada eran Italia y Holanda, que habían perdido sus respectivos partidos. En el caso de los neerlandeses la situación era aún más dramática pues todavía tenían que vérselas con la todopoderosa Argentina. Salvo milagro estaban fuera.

La última conclusión de aquella jornada fue que decidir echarme el Mundial con todas las selecciones había sido una idea diabólicamente divertida. 

martes, 17 de diciembre de 2013

Si una tarde de junio...

9 de junio de 2006, 18 horas. Horacio Elizondo, árbitro argentino, da inicio a la XVIII edición de la Copa del Mundo. Alemania, país anfitrión, se mide a Costa Rica en el césped del Estadio de la Copa Mundial de München. Unos 2.000 kilómetros hacia el sur, aproximadamente, me encuentro yo, tumbado en el sofá de la casa de mis padres, a la que he vuelto hace apenas cinco meses y de la que me volveré a ir en menos de tres; disfrutando de uno de mis momentos deportivos favoritos: el comienzo de un Mundial de fútbol. No tengo forma de saberlo pero mi vida está a punto de cambiar.

Algún impreciso momento entre los últimos meses de 2005 y los primeros de 2006: un compañero de trabajo (no daré su nombre sin su permiso aunque es posible que acabe leyendo esto) me habla, en medio de una de esas tan eternas como insustanciales e imprescindibles charlas de curro, de una liga que ha montado con unos amigos con la última versión del Pro Evolution Soccer. Cada uno de ellos juega con un equipo, han elaborado un complicado sistema de draft y de fichajes, tienen un calendario propio con horarios y hasta han creado una web donde dan cuenta de los resultados, clasificaciones, movimientos del mercado, etc... La idea me parece tan espectacular y atractiva que sólo me falta ponerme a aplaudir en mitad de nuestra soporífera jornada laboral. Por supuesto, me encantaría formar parte de algo así.

Primer sábado de abril de 2006: Es el cumpleaños de mi primo pequeño y, como siempre, toda la familia nos hemos juntado en su casa para celebrarlo. En un momento cualquiera, mi primo mayor me enseña un excel donde lleva registrados todos los resultados de una temporada de la NBA que se está echando con el juego de EA Sports. Ha dividido a los equipos en conferencias, juega todos los partidos y se ha permitido hasta maquetar el nombre de cada uno de ellos con los colores corporativos de cada franquicia. Es una idea maravillosa, sin duda, y no logro entender como no se me ha ocurrido a mí antes.

Lahm marcando el primer gol del Mundial'06
Volvamos al sofá de la casa de mis padres, a la tarde del 9 de junio de 2006. Mediada la segunda parte mi atención sobre el partido ya es residual. Hace rato que mi cabeza está ocupada gestando una idea que dará sentido a las dos anécdotas anteriormente referidas: voy a echarme el Mundial de Alemania con el PES. Pero no con una selección, no. Con todas. Es decir, voy a jugar todos los partidos del Mundial. E iré apuntando los resultados en un cuadro de excel a imagen y semejanza del que se había diseñado mi primo para disputar su temporada de la NBA. Y si mi hermano quiere ayudarme, podría hasta crear mi propia web donde ir publicando los resultados, como habían hecho mi compañero de curro y sus amigos con su liga. Sí, está completamente decidido, el PES Worldcup 2006 va a ser una realidad. Sin duda, el más ambicioso proyecto futbolístico al que me enfrento desde que hice bicampeón de Europa al CD Logroñes en el inolvidable PCFútbol 4.

Han pasado más de 7 años desde que aquella tarde de junio arrancaron, simultáneamente, las dos ediciones del Mundial 2006, la que tuvo en vilo al mundo entero y que se disputó en Alemania; y la más importante, la que durante un mes llenó mis ratos de ocio. Aquella locura se me fue yendo de las manos y en septiembre de ese mismo año arrancó la I Edición de la PES Liga. Como ya había hecho con el Mundial, jugué todos los partidos de aquella temporada. Los de la liga... y los de la Champions. Y los de la Copa de la UEFA y la Copa del Rey desde octavos de final. En 2008 disputé la I PES Eurocup e incluí la fase de grupos en la Copa de la UEFA. En 2009 incluí la Copa Libertadores. Después del Mundial de 2010 se produjo otro hecho histórico al disputarse la I Edición de la PES Premier League. 

7 Campeonatos nacionales de Liga, 7 Copas del Rey, 7 Champions League, 7 Copas de la UEFA, 7 Supercopas de Europa, 6 Intercontinentales, 4 Copas Libertadores, 3 Premier League, 3 FA Cup, 3 Charity Shield, 2 Campeonatos del Mundo, 2 Eurocopas... no es el inigualable palmarés de ningún grandioso jugador. Es tan solo (y nada menos) que la relación de todos los torneos que he disputado, desde entonces. Horas y horas de ocio invertidas a lo largo de 7 años de la mejor manera posible. Horas y horas de infinita diversión y que ahora pretendo haceros llegar, en forma de dulce recuerdo de lo que fue, de crónica de lo que aún es. Porque lo cierto es que, en cuanto termine de escribir estas líneas y publique esta entrada, cargaré una vez más mi versión del PES5 y me aprestaré a pasar algo más de una hora disputando, en este caso, la última jornada de la fase de grupos de la Champions 2013/2014. Y es que, por fortuna y como dicen los amigos de Delafe, esto no se para.

PRÓXIMA ENTRADA: Mundial de Alemania, primera fase.